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Cirugía para la escoliosis: ¿Cuándo es necesario un procedimiento quirúrgico?

La escoliosis es una afección de la columna vertebral en la que esta presenta una curvatura lateral, formando una "S" o "C". Aunque en muchos casos la escoliosis puede ser manejada de manera conservadora, existen situaciones en las que un procedimiento quirúrgico es necesario para corregir la curvatura y evitar complicaciones a largo plazo. En este artículo, exploraremos cuándo la cirugía es la mejor opción para tratar la escoliosis y qué se puede esperar durante este tipo de intervención.



¿Cuándo se recomienda la cirugía para la escoliosis?

La cirugía para la escoliosis no es una opción que se tome a la ligera. Generalmente, se considera en los siguientes casos:

  1. Curvaturas severas: En casos de curvaturas superiores a los 40-50 grados, la cirugía puede ser necesaria para prevenir el empeoramiento de la curvatura y mejorar la alineación de la columna.

  2. Progresión rápida: Si la escoliosis progresa rápidamente, especialmente en niños y adolescentes que aún están en crecimiento, la cirugía puede ser necesaria para detener el avance de la curvatura.

  3. Dolor crónico o incapacidad funcional: Si la escoliosis causa dolor persistente o limita la capacidad de realizar actividades diarias, la cirugía puede ser la solución para aliviar el dolor y mejorar la calidad de vida.

  4. Compresión nerviosa: En algunos casos, la curvatura de la columna puede presionar los nervios, lo que puede causar síntomas como debilidad, hormigueo o pérdida de función en las extremidades. La cirugía puede ser necesaria para liberar la presión y evitar daños permanentes en los nervios.

  5. Problemas respiratorios: En casos graves, donde la curvatura de la columna afecta la capacidad respiratoria, la cirugía se convierte en una opción para mejorar la función pulmonar y evitar complicaciones más serias.


Tipos de cirugía para la escoliosis

Existen diferentes enfoques quirúrgicos para tratar la escoliosis, y la elección del procedimiento dependerá del tipo y grado de curvatura, así como de las necesidades del paciente. Los procedimientos más comunes incluyen:

  1. Fusión espinal: La fusión espinal es el procedimiento más común para tratar la escoliosis. Consiste en unir dos o más vértebras de la columna para detener el movimiento entre ellas, lo que ayuda a corregir la curvatura y estabilizar la columna. Se utilizan injertos óseos y, en algunos casos, dispositivos metálicos como tornillos, varillas y placas para mantener la columna en su posición correcta mientras se produce la fusión.

  2. Corrección con instrumentación: En algunos casos, además de la fusión espinal, se utilizan varillas y tornillos para corregir la curvatura antes de proceder con la fusión. Este tipo de cirugía es más común en casos de escoliosis severa.

  3. Cirugía mínimamente invasiva: Con los avances tecnológicos, en algunos casos se pueden realizar procedimientos mínimamente invasivos para corregir la escoliosis. Esto implica incisiones más pequeñas y menos traumatismo en los músculos y tejidos circundantes, lo que puede resultar en una recuperación más rápida y menos dolorosa.


Recuperación después de la cirugía de escoliosis

La cirugía de escoliosis es un procedimiento mayor y la recuperación puede ser larga, pero en general, los pacientes experimentan mejoras significativas en la alineación de la columna y la reducción del dolor. El proceso de recuperación varía según el tipo de cirugía realizada, pero generalmente incluye:

  1. Hospitalización: Después de la cirugía, los pacientes suelen permanecer en el hospital entre 4 y 7 días, dependiendo de su progreso y del tipo de cirugía realizada.

  2. Rehabilitación física: La fisioterapia es clave para recuperar la movilidad y fortalecer la musculatura que rodea la columna. El seguimiento con un fisioterapeuta especializado es fundamental para una recuperación exitosa.

  3. Evitar actividades físicas intensas: Durante los primeros meses después de la cirugía, es importante evitar actividades físicas intensas que puedan poner presión en la columna, como levantar objetos pesados o realizar movimientos bruscos.

  4. Seguimiento médico: Los pacientes deben realizar consultas de seguimiento con el ortopedista para monitorear la evolución de la cirugía y asegurarse de que la columna se esté curando correctamente.


Consideraciones finales

Si bien la cirugía de escoliosis puede ser una opción altamente efectiva para corregir curvaturas severas y aliviar el dolor, no siempre es necesaria. En muchos casos, el monitoreo regular y las opciones conservadoras como la fisioterapia y el uso de corsés ortopédicos pueden ser suficientes para manejar la condición. Sin embargo, en los casos más graves o progresivos, la cirugía puede ser la mejor alternativa para mejorar la calidad de vida y evitar complicaciones a largo plazo.

Como ortopedista traumatólogo con especialidad en cirugía de columna, tengo experiencia en el tratamiento de la escoliosis y puedo ofrecerte un enfoque personalizado y detallado para determinar la mejor opción de tratamiento en tu caso. Si sospechas que la cirugía es necesaria o deseas más información sobre las opciones disponibles, no dudes en contactarme. Estoy aquí para ayudarte a recuperar tu bienestar y calidad de vida.

 
 
 

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